Qhapaq Ñan o Gran Camino Inca, nuevo patrimonio mundial… ¿qué sigue ahora?

Por Jonathan Hurtado

El 24 de junio, alrededor de cinco mil ronderos y comuneros de la provincia de Ayabaca, en Piura, celebraron la declaración del Qhapaq Ñan o Gran Camino Inca como Patrimonio Mundial por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
El lugar elegido para la ceremonia fue el complejo arqueológico de Aypate, ubicado en el cerro del mismo nombre a 45 kilómetros de la ciudad de Ayabaca.
La organización del evento estuvo a cargo de las rondas y comunidades campesinas de la zona y contó con el apoyo del Ministerio de Cultura a través del Proyecto Qhapaq Ñan, sede Nacional.
La celebración se desarrolló en un entorno de júbilo, tradición y color. Además del reconocimiento mundial otorgado por la Unesco los habitantes de la provincia celebraron, como lo hacen todos los años en esa fecha, el Día del Campesino.
Desde muy temprano, cientos de personas fueron llegando a bordo de diversos vehículos hasta el último tramo carrozable del Aypate, para luego seguir a pie el accidentado camino que conduce hasta el complejo arqueológico.
Hasta esta parte llegaron también representantes del gobierno nacional, regional y la autoridad local. Todos ellos, a su turno, destacaron la nueva denominación.
Vale detenerse en este punto para plantearnos algunas preguntas: ¿Qué paso sigue ahora tras la declaración? ¿Reconocimientos como estos son capaces de cambiar para bien la situación de las comunidades que por generaciones se han hecho cargo -a veces sin saberlo- de la protección del patrimonio cultural?
Y queda lugar para una interrogante más: ¿Están preparadas las comunidades para afrontar los cambios que en adelante puedan surgir?
Ayabaca: una de las provincias más pobres del Perú
Según un estudio del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) del año 2011, Ayabaca y Huancabamba, ambas en Piura, se encuentran entre las ciudades más pobres del Perú.
El citado estudio señaló también en aquel entonces que ambas ciudades son las que reciben la menor ayuda por parte del Gobierno Central. Esto se puede ver en la presencia y calidad de sus servicios.
Si en estos momentos un ayabaquino sufriera un accidente, existen solo dos caminos que lo llevarían a recibir la atención adecuada: el que lo lleva a la capital del departamento de Piura o a la capital de la provincia de Sullana. Ayabaca, con una población de cerca de 140 mil habitantes no cuenta con hospital.
Las vías de comunicación terrestre son otro problema para la provincia. Las pésimas condiciones en que se encuentran dificultan el traslado de sus habitantes, dedicados en su gran mayoría a la agricultura y ganadería, ambos sectores también descuidados por el Estado, a decir de las propias comunidades.
Si tal como se anunció, se espera para los próximos años la visita de miles de turistas, la mejora de estas vías de comunicación no debería de continuar postergada. Pero el turismo involucra además otros ámbitos.

Por un turismo comunitario con identidad

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Una vista del complejo arqueológico de Aypate

En diálogo con Servindi, Rubén Jiménez Carrión, presidente del Comité Ejecutivo Provincial de Rondas Campesinas de Ayabaca con sede en Hualcuy, sostuvo que deben ser los propios comuneros quienes den acogida a los turistas.
Señaló en ese sentido que se debe priorizar la promoción de condiciones que permitan a las propias comunidades brindar servicios como hotelería y restaurantes, y no reproducir el esquema de dejar que el aprovechamiento quede en capitales privados ajenos a la zona.
Este es a muy grandes rasgos el panorama que viven miles de ayabaquinos, ajenos a los proyectos de desarrollo del gobierno central, cuya única intervención que se recuerda es negativa, al concesionar un área de gran valor ecosistémico al proyecto minero Río Blanco (ex Majaz).
A pesar de la gran diversidad biológica que posee esta parte del país el gobierno ocasionó un conflicto mayúsculo que luego de diez años aún no cesa.
En una primera marcha de protesta en 2004 fue asesinado por impacto de bomba lacrimógena en el rostro Remberto Herrera Racho de la provincia de Huancabamba. En la marcha de 2005 hacia el campamento fueron detenidos y torturados 32 comuneros (30 varones y dos mujeres). Hubieron decenas de heridos y resultó muerto otro comunero: Melanio García Gonzales.
Es difícil olvidar que los comuneros fueron torturados por efectivos policiales de la División de Operaciones Especiales (DINOES) y miembros dela empresa de seguridad FORZA, ahora conocida como SECURITAS, en el propio campamento de la empresa minera.
La posición de la comunidades siempre fue decirle no a la actividad extractiva y proteger los bosques de neblina, que cumplen una función ecológica esencial para abastecer de agua a los valles de Piura.
Segundo Luis Pérez Landacay, presidente de la Federación Provincial de Comunidades Campesinas de Ayabaca (FREPROCA), precisó al respecto, que disponen de gran voluntad para impulsar todo tipo de proyectos con las diferentes autoridades, siempre que no estén vinculados a la minería que tanto daño les ha causado.
Proyecto Qhapaq Ñan: Modelo de trabajo con las comunidades
Algo que reconocen por unanimidad las comunidades y rondas campesinas de Ayabaca, es el trabajo que desde el 2011 vienen realizando más de una docena de jóvenes del Ministerio de Cultura (Mincul).
Se trata de los profesionales del Área de Participación Comunitaria del Proyecto Qhapaq Ñan, Sede Nacional.
Desde que establecieron contacto con las comunidades y rondas no han dejado de trabajar de la mano con las comunidades. Prueba de esto es el respaldo y la logística prestada por esta área para la realización de la ceremonia en el complejo arqueológico de Aypate.
Los ayabaquinos reconocen así que el diálogo ha sido vital en el proceso para la nominación del Qhapaq Ñan como patrimonio mundial, algo que según ellos mismos jamás practicó el antiguo Instituto Nacional de Cultura (INC).
Justamente en ese proceso, Rodrigo Ruiz Rubio, coordinador del Área de Participación Comunitaria del Proyecto Qhapaq Ñan, recordó que Aypate fue considerado una de las áreas de máxima protección, específicamente el tramo Aypate – La Pircas.
Magdiel Carrión, presidente de la comunidad campesina de Yanta, destacó también el trabajo desarrollado por esta área. Reconoció así el papel que jugaron las rondas agrupadas en la sede Hualcuy y las comunidades de Cujaca, Olleros, Lagunas de Canli y Tacalpo.
Lo que se buscó en ese marco, precisó Ruiz, fue que las propias comunidades contribuyan y asuman el compromiso de trabajo conjunto con el Proyecto.
Respecto al trabajo que ahora sigue apuntó: “Las comunidades no solo tienen carencias, las comunidades tienen potencialidades, tienen posibilidades para la protección del patrimonio cultural, el patrimonio natural y para el desarrollo de sus pueblos”.
En ese sentido, afirmó, que se encuentran elaborando un proyecto binacional con Ecuador que ya no solo incluya el tema de patrimonio sino también temas de turismo, agricultura, reforestación, protección de cuencas, acordes con una visión integral de lo que es el tema patrimonial y el desarrollo de las comunidades.
De Qatar a Ayabaca
El sábado 21 de junio, en Qatar, la Unesco declaró como Patrimonio Mundial el Qhapaq Ñan, que recorre seis países de América Latina: Bolivia, Argentina, Chile, Colombia, Ecuador y Perú.
El pasado 24, en Ayabaca, una multitudinaria ceremonia de dos horas celebró la designación. Luego de ello los presentes, un gran grupo incluso desde mucho antes, se dieron tiempo para recorrer cada espacio del complejo arqueológico.
La ceremonia se inició con el tradicional pago a la Pachamama. Continuaron las palabras de las autoridades. Para esta ceremonia se invitó a la máxima autoridad del Gobierno, Ollanta Humala. Los campesinos esperaban contar con su presencia.
No obstante, él jefe de Estado eligió celebrar el reconocimiento de la Unesco un día después, en el Santuario Arqueológico de Pachacamac, más cerca de la capital y a más de mil kilómetros de distancia de Aypate y de las comunidades originarias que protegen el Qhapaq Ñan.

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Campesinos de los diez sectores de la comunidad de Yanta a bordo de un camión, camino a la ceremonia. En el fondo, el Aypate.

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Rodrigo Carpio, haciendo el pago a la Tierra.

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Magdiel Carrión, de la comunidad de Yanta, pidiendo que sea un año  próspero para las comunidades.

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Importante presencia de la mujer rondera.

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Segundo Luis Pérez Landacay, presidente de la Federación Provincial de Comunidades Campesinas de Ayabaca (FREPROCA).

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Rubén Jiménez Carrión, presidente del Comité Ejecutivo Provincial de Rondas Campesinas de Ayabaca con sede en Hualcuy.

Fuente: Servindi, 30 de junio, 2014 http://servindi.org/actualidad/107587?utm_source=feedburner&utm_medium=email&utm_campaign=Feed%3A+Servindi+%28Servicio+de+Información+Indigena%29